jueves, 19 de junio de 2014

Preston con:


Hello little bastards :)

Supongo que lo primero es presentarme: me llamo Cristina Gallo y soy diseñadora. Nadie me llama Cristina, muchos me llaman Crisis, y Ve me llama Ga (o Gallo cuando alucina con algo).
Nací en Burgos, y después de pasar por Barcelona y Gotemburgo, terminé aterrizando en Lanzarote.

Estoy aquí porque Ve, mi Ve, me ha pedido que os hable un poco de lo que fue para mi el Voluntariado Europeo.
Hace tres años y medio, no sabía muy bien qué hacer con mi vida, sólo sabía que quería irme a otro lugar, con otra gente, y aprender cosas que no había aprendido antes.
Así fue como empecé a enviar cartas de presentación y CV Europass a algunos proyectos en países europeos que me parecían mucho más que interesantes.

Antes de ir te invaden las dudas. Te preguntas cómo serán tus compañeros, tu nuevo lugar de trabajo, el país, la comida, tu nuevo hogar... Y NADA de lo que te imaginas te acerca a la realidad.

Cuando hablé con Vero de lo que sería su E.V.S. creo recordar que le dije algo así como:
 "Vivirás momentos maravillosos y momentos muy difíciles. Muchas cosas te van a decepcionar, y otras no las esperas. Pasarás por subidones de "TODO es genial, quiero que esto no se acabe nunca" y bajonazos de "TODO es una MIERDA, por favor quiero volver a casa", pero todos y cada uno de esos momentos merecerán la pena". 
Y supongo que esa es la mejor descripción de lo que es una experiencia EVS. A estas alturas de su voluntariado, creo que ya ha entendido lo que le quise decir.
La persona que se va, no vuelve, en el sentido más amplio.

En mi caso, hice muchas cosas, crecí en todos los sentidos, y conocí a personas que cambiaron mi vida. Me sirvió para decidir qué quería hacer con mi futuro y ponerme metas que hoy puedo decir que he alcanzado.
Podría contar miles de cosas, pero no serviría de nada porque no hay dos experiencias de voluntariado iguales. Por eso creo que lo mejor es enseñaros algo.




Yo viví mi EVS junto a otros 13 voluntarios, pero tristemente trabajábamos en lugares diferentes. Asçi que, pasando el ecuador de nuestros proyectos, decidimos llevar a cabo un proyecto común que expresara lo que significaba el voluntariado europeo para nosotros. Ese proyecto fue un Show en el que cada uno a su manera tenía que contar al público su manera de ver el voluntariado que estábamos viviendo juntos y separados. Unos eran músicos, otros bailarines, otros habían estudiado periodismo o psicología... Éramos cada uno de una madre. Yo trabajaba en el mundo del diseño y la fotografía, y mi parte consistió en hacer un videoarte.


Me despido y os animo a buscar vuestra experiencia EVS, por merece muchísimo la pena.




No hay comentarios:

Publicar un comentario